El Corpus Christi, también llamado Día del Señor, es una fiesta muy especial en Lagartera.

El que salga el Santísimo Sacramento a la calle para los católicos es muy relevante. Esa mañana el recorrido de la procesión tiene un camino maravilloso. Antes de la procesión se celebra una misa solemne.

Sus vecinos madrugan mucho para terminar todo a tiempo.

Esta fiesta se remonta a siglos atrás y la seguimos celebrando año tras año, siglo tras siglo. En un principio la custodia salía en andas. Después la iglesia dispuso que la custodia debía ser portada en manos del sacerdote. Ahí nació el palio; la custodia debía ir bajo palio.

Es entonces cuando en Lagartera empiezan a montarse los altares. La finalidad que tenían era que el sacerdote pudiese poner en ellos la Custodia.

Los altares son similares en su composición. Varían las prendas, unas más ricas que otras.

La víspera de la fiesta, montamos la mesa del altar. A la mesa se la viste como si de una novia se tratara. Empezamos por el frontal, a continuación, ponemos la sabana sacramental, después la colcha de percal, le sigue el ´trapo’ de los frailes, y por último el tapador. Todas estas piezas van colocadas de más a menos. 

Las puertas y jambas se cubren con colchas de malla, percales, pataratas (un tipo de cortina antigua) … remata a todo esto la delantera o repostero sobre la puerta. A todo esto, las plantas que hemos cuidado durante el año salen a la calle. Todo para el Señor. 

Altar de luto.

Encima de la mesa (altar) solemos colocar en el centro el Niño Jesús.

La mayoría son tallas de madera del siglo 16 y 17, aunque actualmente se ven tallas más modernas.

También, por supuesto, colocamos velas y flores.

Delante del Niño Jesús el sacerdote coloca la custodia y con ella bendice la casa (eso emociona mucho a la familia), mientras el coro entona cantos al Santísimo Sacramento.

El día del Corpus, muy de mañana, empezamos a revestir la entrada de la casa. Ésta se adorna de reposteros colchas de malla, … deshilados, veremos muchas colchas de la pasión. Todas estas piezas maravillosas decorativas prendas son muy antiguas, así debemos cuidarlas mucho para poder seguir disfrutándolas. 

Al montar el aposento para recibir al Señor, al fondo ponemos el transparente. Es una colcha de malla o rico deshilado que permite la familia ver desde dentro la llegada del Señor. 

Delante de los altares podemos encontrar vecinos vestidos con la indumentaria lagarterana.

Las pequeñas tienen un asiento.

¡Cuánto trabajo!

¡Qué guapo!

¡Qué belleza!

Es sobre todo una fiesta religiosa.

Las calles por donde discurre el Santísimo también engalanan los balcones, así podemos mirar mantas de picado, colchas de novia, alguna colcha también de griseta.

El suelo está sembrado de hierbas aromáticas, como hinojo, menta, tomillo y lavanda. Cuando se camina por las calles, los olores de estas hierbas se mezclan al ser aplastadas.

También se decora las ventanas.

Hay otro detalle que no debemos olvidar, al Santísimo le acompaña la Cofradía de la Santa Vera Cruz., y acompañan al Santísimo numerosos lagarteranos que lucen sus trajes (sacados de las arcas).

Ellas lucen sus atavíos espectaculares, llenos de color, hilos de oro y plata. Ellos más sobrios.

Es bonito ver los papas con sus niños en el carrito,

cogidos de la mano,

o cogidos en brazos, algunos porque se han quedado dormidos. 

ALM, Lagartera, Toledo, mayo 2022

Todas las fotos son de Gonzalo Díez.